Cada uno cria dónde puede, pero si pudieramos elegir y hacer nuestro criadero de cero. ¿Cuál seria el criadero perfecto?
El criadero perfecto debería tener una orientación sur o suroeste, para el máximo aprovechamiento de las cualidades de la luz solar, una temperatura media sin extremos y una humedad media que ronde el 60-65%, así como una buena ventilación.
Sin embargo cada criador cría en las instalaciones que tiene a su disposición, que habitualmente son terrazas, cocheras, sótanos, habitaciones de la casa… Por ello cada criadero presenta unas condiciones totalmente únicas.
Aun así podemos clasificarlos en aviarios interiores o aviarios exteriores. Los primeros con unas
condiciones más controladas y en muchos casos con luz artificial (que se ha desarrollado mucho en los últimos años) son los más comunes. Los segundos más expuestos a las inclemencias meteorológicas, son menos comunes precisamente por esto, porque dependen mucho de las condiciones del medio y la climatología.
Este es un aspecto a tener en cuenta a la hora de valorar las posibles patologías del aviario, planificar la cría, la muda, la temporada de concursos…