Junto con el buche es la parte más llamativa del digestivo de las aves.
No es un órgano único, esta es una de sus características curiosas, puesto que se divide en dos compartimentos independientes: el proventrículo y la molleja.
El primero, con un pH entre 1 y 2, presenta una pared con poco grosor, pero con abundancia de glándulas secretoras, no suele ser un compartimento muy desarrollado en granívoros, pero si en aves como los carroñeros, donde la acción química ha de ser fuerte para degradar los restos de carne.
La molleja, tiene un pH más alto, en torno a 4, pero en ella no se produce secreción de jugos gástricos ni ácido clorhídrico. Sin embargo, cuenta con paredes musculosas para el tratamiento mecánico del alimento, sustituyendo la acción trituradora de los dientes.
Para facilitar esta labor, los pájaros granívoros ingieren pequeñas piedras o arena, que acumulan en esta porción del estómago para hacer más efectiva la nutrición. Este material se comercializa con el nombre de “grit”.